A ti, por haberte ido y
darme la fuerza que yo gastaba contigo. A ti por vaciar cada hueco de mí de
despedidas. Que los otoños ya no me hielan como antes, ni tiñen tan pardos los
días. A ti por hacerme mujer a sacudidas de desamor. Del gozo a la amargura, de
la exaltación al desengaño, de la sublimación de ser amado al apacigüe forzoso
del cuerpo, todos los tiempos, anhelos y nostalgias, todas las emociones que
cabían en ti y en mi, que se conviertan en recuerdos, que me marquen alma, que
me den alas. Por las noches morenas y
los momentos gastados, para que se hundan las palabras, para que se hagan melancolía y tu consciencia
llore, no por mí, sino por ti. Por ti, y por tus silencios insanos, por mi, y
por mis ganas de fantasía. Porque de imposibles me alimentaba y de posibles
malvivía. Porque yo pensaba que asumías la humildad de mi querer, y tu pensabas
que sin ti no era nada. Por ti hoy mi alegría, por ti mis lecciones bien
aprendidas, por ti mi alarde.
A ti, gracias.
Un blog personal interesante, con bellos textos, de los que no entiendo todo (por supuesto me falta el contexto).
ResponderEliminarYa tienes un seguidor más, para comentar tus artículos.
Saludos
Todo un placer, espero que te guste y que aunque sea un poquito, te puedas sentir identificad@. Un saludo!
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