A veces y solo a veces entendemos que podemos entender lo
que sucede. Que la vida y la mente están hechas para hacer el hombre, y el corazón y el alma a la persona. A veces pero
solo a veces, sabemos distinguir lo que queremos y lo que deseamos, ya que lo
que queremos son meros caprichos del hombre y lo que deseamos lo anhelamos con
el ímpetu entero de nuestra persona. Disociar entre lo que amamos y con lo que
nos encariñamos, en qué momento empezamos a querer y en qué instante dejamos de
hacerlo, es solo para mentes prodigio. Tu y yo no somos así, y eso de que dicen
que tropezamos varias veces con la misma piedra lo tenemos tan asimilado que
cuesta creer que no es así. Supongo que nuestro único propósito es avanzar con
el tiempo, paso a paso como avanzan las manecillas de cualquier reloj, aunque a
veces no quedemos sin pilas, solo necesitamos cambiarlas por unas nuevas. En
ningún caso podemos retroceder aunque sea para coger impulso porque entonces
seriamos contrarios a la vida y a lo que supone formar parte de ella.
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