Bueno Juanca, hasta aquí llegaste. Contigo no va eso de irse
en lo más alto, es más, un par de años más y la abdicación nos la haces desde
el más allá. No me extraña que te vayas, entre la corrupción, los escándalos de
tus hijos, las bodas, bautizos y comuniones sufragadas con nuestro dinero, por
no hablar de vuestras adoradas vacaciones, esos safaris (los elefantes ahora
mismo están de fiesta), operaciones y operaciones en clínicas privadas,
alegando que era para una mayor “comodidad y seguridad”, y mira que te entiendo
porque la sanidad pública con tanto recorte… En fin, que has dedicado una vida
entera a intentar ocultar todo lo “malo” que se hacía por Zarzuela, pero ni por
esas; aunque bueno, conoceremos sólo la mitad de la mitad. Y es que 40 años dan para mucho, y sé que eso
de ser la joya de la corona es algo muy jugoso, ya no sólo por el cargo sino
por bañarte en nuestro dinero, pero si tengo que elegir entre que la cara de tu
hijo sea la nueva representación de España o no, no te ofendas, pero prefiero
que no. Demasiado hemos aguantado ya contigo chavalín, aunque claro está que
eso de “elegir” es un privilegio y de los grandes. Sólo espero que no te lo
pongamos tan fácil como te ha sido hasta ahora todo. La monarquía está muy
rancia ya Juanito, y manteneros otros cuarenta o cincuenta años más ahí, inaugurando
estatuas, haciéndoos fotos con sonrisas de plástico y mandando mensajes eufemísticos
en Navidad nos sale demasiado caro y a vosotros demasiado cómodo. Un referéndum.
Que no te de miedo, si tanta fe tienes en la corona, seguro que ganáis,
¿probamos?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario