jueves, 26 de junio de 2014
Madurar
Me he
peleado mil veces con el tiempo, y he aprendido que con paciencia y
sensatez se volverá mi aliado. Y he aprendido que por muy pequeña que le
parezca a algunos, alcanzaré cualquier estrella por quienes quiera. Que
existen los monstruos, aunque sean de mentira, y que sólo desaparecerán
con la verdad. Que hay cosas que llegan sin avisar, sin preguntar si es
buen momento o no, y nos harán ser fuertes sin quererlo y grandes sin
saberlo. Y que hay que confiar en alguien, para que nos consuele los
remordimientos. Y que es importante querer y sobretodo amar.
Amar y querer.
A veces y solo a veces entendemos que podemos entender lo
que sucede. Que la vida y la mente están hechas para hacer el hombre, y el corazón y el alma a la persona. A veces pero
solo a veces, sabemos distinguir lo que queremos y lo que deseamos, ya que lo
que queremos son meros caprichos del hombre y lo que deseamos lo anhelamos con
el ímpetu entero de nuestra persona. Disociar entre lo que amamos y con lo que
nos encariñamos, en qué momento empezamos a querer y en qué instante dejamos de
hacerlo, es solo para mentes prodigio. Tu y yo no somos así, y eso de que dicen
que tropezamos varias veces con la misma piedra lo tenemos tan asimilado que
cuesta creer que no es así. Supongo que nuestro único propósito es avanzar con
el tiempo, paso a paso como avanzan las manecillas de cualquier reloj, aunque a
veces no quedemos sin pilas, solo necesitamos cambiarlas por unas nuevas. En
ningún caso podemos retroceder aunque sea para coger impulso porque entonces
seriamos contrarios a la vida y a lo que supone formar parte de ella.
domingo, 15 de junio de 2014
Las cosas grandes
Tú y yo somos tan simples que disfrutaremos de los
complementos de las cosas grandes. Porque al fin y al cabo las cosas grandes no
significan nada si no hay quién o qué las complemente. Y las palabras más
poderosas y los verbos más deseados de esta vida no son nada sin ellos. Porque
la palabra amistad es tan amplia que intentará abarcar tantos dedos como pueda
para los necios, y quedará escueta cuando se defina en todo su significado
cuando alguien la reclame. El verbo amar no es pleno si no lo complementa otra
alma que ame igual; y reír, que puede ser sólo, pero que se prolonga en varias
caras que lo hacen al mismo tiempo; y unos ojos que pidan perdón no son nada
sin otros que los miren con clemencia.
No estamos hechos para ser o existir en la piel de la
soledad, y ya no digo con semejantes, sino con trocitos de vida, con el aire,
con las ansias, con los retos, con destinos, con la verdad; cualquier cosa que
suponga completar todo lo bueno que por si sólo no sería nada.
Construimos todas esas cosas grandes, a la perfección,
siguiendo el camino correcto pero no nos paramos a pensar que los pedacitos que
los rodean son los que nos ayudan a ser más humanos que personas.
lunes, 2 de junio de 2014
Adiós Juanca, adiós
Bueno Juanca, hasta aquí llegaste. Contigo no va eso de irse
en lo más alto, es más, un par de años más y la abdicación nos la haces desde
el más allá. No me extraña que te vayas, entre la corrupción, los escándalos de
tus hijos, las bodas, bautizos y comuniones sufragadas con nuestro dinero, por
no hablar de vuestras adoradas vacaciones, esos safaris (los elefantes ahora
mismo están de fiesta), operaciones y operaciones en clínicas privadas,
alegando que era para una mayor “comodidad y seguridad”, y mira que te entiendo
porque la sanidad pública con tanto recorte… En fin, que has dedicado una vida
entera a intentar ocultar todo lo “malo” que se hacía por Zarzuela, pero ni por
esas; aunque bueno, conoceremos sólo la mitad de la mitad. Y es que 40 años dan para mucho, y sé que eso
de ser la joya de la corona es algo muy jugoso, ya no sólo por el cargo sino
por bañarte en nuestro dinero, pero si tengo que elegir entre que la cara de tu
hijo sea la nueva representación de España o no, no te ofendas, pero prefiero
que no. Demasiado hemos aguantado ya contigo chavalín, aunque claro está que
eso de “elegir” es un privilegio y de los grandes. Sólo espero que no te lo
pongamos tan fácil como te ha sido hasta ahora todo. La monarquía está muy
rancia ya Juanito, y manteneros otros cuarenta o cincuenta años más ahí, inaugurando
estatuas, haciéndoos fotos con sonrisas de plástico y mandando mensajes eufemísticos
en Navidad nos sale demasiado caro y a vosotros demasiado cómodo. Un referéndum.
Que no te de miedo, si tanta fe tienes en la corona, seguro que ganáis,
¿probamos?.
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