Su sonrisa la buscaba, metida intensamente en las ganas de
tenerla. Ella, en pleno sol de verano temblando, haciéndose pequeña a cada
paso. Y se abrazaron, él le abrazó el alma y ella el cuerpo, y dejó de temblar
y se hizo hielo. Allí estaban María y Javi, él con las ganas de que fueran uno
y ella congelada en Agosto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario