Hay veces en las que la soledad viene de la mano de la
consciencia. Se cierran cremalleras y se cortan los retales que sustituirán a
partes ya viejas, cansadas y casi inservibles. No hablo de olvidar, hablo de
tirar la toalla cuando ya todo está perdido, ¿para que luchar? ¿Para qué
seguir? Pase lo que pase, ya ha pasado. Nos obstinamos en ser persuasivos, en
intentarlo tantas veces como haga falta, en aferrarnos a aquello que un día nos
pareció perfecto y que ahora ya no lo es tanto, ignorando que existen algunas
incluso mejores que las que conocemos, pero la comodidad a la que acostumbramos
nuestro ser es mayor y más común que el ansia de lograr algo diferente, algo
que definitivamente podría estar bien… Cuando se ponen de acuerdo la lógica y
la madurez, se esfuman los sueños, se derraman utopías, se recobra la
percepción, y puede ser que a veces llegue tarde, pero llega; Es entonces
cuando debemos afrontar parte de lo que ahora ya somos, es hora de aprender a
valorar lo que un día te sirvió de burla, es entonces también cuando te sientes
diana de dardos. A veces, es cruel servir de ojos a la incredulidad porque esta
no se presta confiada, pero antes o después, quieras o no, siempre ocurre.
martes, 29 de abril de 2014
martes, 15 de abril de 2014
Querer, parece fácil, ya lo sé.
Querer, parece fácil, ya lo sé
Es como tú lo quieras ver
Lo que sientes de verdad
El juego más difícil de aprender
Donde no existen reglas
Ir perdiendo la cabeza, eso es querer.
Ir perdiendo la cabeza, eso es querer.
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