martes, 29 de abril de 2014

Para siempre que son para nunca.



Hay veces en las que la soledad viene de la mano de la consciencia. Se cierran cremalleras y se cortan los retales que sustituirán a partes ya viejas, cansadas y casi inservibles. No hablo de olvidar, hablo de tirar la toalla cuando ya todo está perdido, ¿para que luchar? ¿Para qué seguir? Pase lo que pase, ya ha pasado. Nos obstinamos en ser persuasivos, en intentarlo tantas veces como haga falta, en aferrarnos a aquello que un día nos pareció perfecto y que ahora ya no lo es tanto, ignorando que existen algunas incluso mejores que las que conocemos, pero la comodidad a la que acostumbramos nuestro ser es mayor y más común que el ansia de lograr algo diferente, algo que definitivamente podría estar bien… Cuando se ponen de acuerdo la lógica y la madurez, se esfuman los sueños, se derraman utopías, se recobra la percepción, y puede ser que a veces llegue tarde, pero llega; Es entonces cuando debemos afrontar parte de lo que ahora ya somos, es hora de aprender a valorar lo que un día te sirvió de burla, es entonces también cuando te sientes diana de dardos. A veces, es cruel servir de ojos a la incredulidad porque esta no se presta confiada, pero antes o después, quieras o no, siempre ocurre.

martes, 15 de abril de 2014

Querer, parece fácil, ya lo sé.

Querer, parece fácil, ya lo sé
Es como tú lo quieras ver
Lo que sientes de verdad
El juego más difícil de aprender
Donde no existen reglas
Ir perdiendo la cabeza, eso es querer.