viernes, 19 de septiembre de 2014

Poder no es querer, querer es poder



Hemos tenido la oportunidad de ir despacio y crear algo nuestro y no de las ganas, y hemos preferido quitarnos las ansias en una cama. Hemos tenido la posibilidad de querernos todos los días y solo hemos querido aprovechar para amarnos en las noches. Pudimos ser el uno para el otro, pudimos parar tantas veces el reloj que nos marcaba latidos, pudimos transformar esos latidos en taquicardias, pudimos abrir los ojos y encogernos las pupilas. Pudimos tener la casualidad de crear recuerdos hoy que nos dieran nostalgia mañana. Pudimos y no quisimos.
Pero poder no es querer, querer es poder; por eso quisimos fingir que podíamos gastarnos las ganas en ratos, quisimos imponernos límites físicos aún cuando todo lo que teníamos dentro luchaba por no separarnos. Quisimos pensar que aun no habíamos encontrado nuestro lugar, alegando que tu hombro no tenía la medida de mi cabeza. Quisimos buscar una libertad que ya teníamos el uno con el otro, y quisimos que esto no tuviera más nombres que el tuyo y el mío. Quisimos obviar que hay uniones que son inexplicables porque simplemente están predestinadas a estar juntas, y nosotros lo estábamos. Quisimos, mentirnos, y pudimos.

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