Hemos tenido la oportunidad de ir despacio y crear algo
nuestro y no de las ganas, y hemos preferido quitarnos las ansias en una cama.
Hemos tenido la posibilidad de querernos todos los días y solo hemos querido aprovechar
para amarnos en las noches. Pudimos ser el uno para el otro, pudimos parar
tantas veces el reloj que nos marcaba latidos, pudimos transformar esos latidos
en taquicardias, pudimos abrir los ojos y encogernos las pupilas. Pudimos tener
la casualidad de crear recuerdos hoy que nos dieran nostalgia mañana. Pudimos y
no quisimos.
Pero poder no es querer, querer es poder; por eso quisimos
fingir que podíamos gastarnos las ganas en ratos, quisimos imponernos límites físicos
aún cuando todo lo que teníamos dentro luchaba por no separarnos. Quisimos
pensar que aun no habíamos encontrado nuestro lugar, alegando que tu hombro no
tenía la medida de mi cabeza. Quisimos buscar una libertad que ya teníamos el
uno con el otro, y quisimos que esto no tuviera más nombres que el tuyo y el mío.
Quisimos obviar que hay uniones que son inexplicables porque simplemente están predestinadas
a estar juntas, y nosotros lo estábamos. Quisimos, mentirnos, y pudimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario