viernes, 26 de septiembre de 2014

Querían quererse

Querían quererse, ellos no querían imaginar más besos, querían quererse. No querían disfrazar al otro de lo que necesitaban, eso no era amor. Amor eran los dos, solos, sin mas aditivos que sus presencias

viernes, 19 de septiembre de 2014

Poder no es querer, querer es poder



Hemos tenido la oportunidad de ir despacio y crear algo nuestro y no de las ganas, y hemos preferido quitarnos las ansias en una cama. Hemos tenido la posibilidad de querernos todos los días y solo hemos querido aprovechar para amarnos en las noches. Pudimos ser el uno para el otro, pudimos parar tantas veces el reloj que nos marcaba latidos, pudimos transformar esos latidos en taquicardias, pudimos abrir los ojos y encogernos las pupilas. Pudimos tener la casualidad de crear recuerdos hoy que nos dieran nostalgia mañana. Pudimos y no quisimos.
Pero poder no es querer, querer es poder; por eso quisimos fingir que podíamos gastarnos las ganas en ratos, quisimos imponernos límites físicos aún cuando todo lo que teníamos dentro luchaba por no separarnos. Quisimos pensar que aun no habíamos encontrado nuestro lugar, alegando que tu hombro no tenía la medida de mi cabeza. Quisimos buscar una libertad que ya teníamos el uno con el otro, y quisimos que esto no tuviera más nombres que el tuyo y el mío. Quisimos obviar que hay uniones que son inexplicables porque simplemente están predestinadas a estar juntas, y nosotros lo estábamos. Quisimos, mentirnos, y pudimos.

martes, 29 de julio de 2014

Ser valiente

¿Qué si ser valiente merece la pena? Por supuesto, ser valiente consiste en entender que siempre hay más de una opción, que siempre podemos hacer algo distinto a lo que estamos acostumbrados, que siempre podemos encontrar una visión distinta de esa realidad que parece que en ocasiones nos vence. Ser valiente implica intentar nuestros sueños una y otra vez.
Ser valiente implica tener ese punto de locura que te hace ir contracorriente y saber que tienes que ir a buscar tus sueños aun cuando tu entorno te aconseja no complicarse la vida y que busques siempre la opción más cómoda, la menos arriesgada.
Ser valiente implica tener la actitud de levantarse ante cada embestida que nos propina la vida. Ser valiente implica la habilidad de mirar a los ojos a tus problemas y aguantar la mirada aunque en muchas ocasiones sientas la tentación de desviar la mirada y mirar para otro lado; y que nos podemos equivocar, pero que será nuestra equivocación. Y tener la convicción de que podemos cumplir cualquier cosa que nos propongamos, y que tenemos capacidad para aceptar mejor o peor las cosas que hagamos y las consecuencias de ellas, porque así nos construimos.
Ser valiente es tener coraje, y poder empezar de cero si creemos que ha llegado el momento de hacerlo.
Ser valiente es limpiarse del miedo y de perjuicios y querer luchar por ti, por nadie más que por ti.

jueves, 17 de julio de 2014

Vs



Su sonrisa la buscaba, metida intensamente en las ganas de tenerla. Ella, en pleno sol de verano temblando, haciéndose pequeña a cada paso. Y se abrazaron, él le abrazó el alma y ella el cuerpo, y dejó de temblar y se hizo hielo. Allí estaban María y Javi, él con las ganas de que fueran uno y ella congelada en Agosto.

jueves, 26 de junio de 2014

Madurar

Me he peleado mil veces con el tiempo, y he aprendido que con paciencia y sensatez se volverá mi aliado. Y he aprendido que por muy pequeña que le parezca a algunos, alcanzaré cualquier estrella por quienes quiera. Que existen los monstruos, aunque sean de mentira, y que sólo desaparecerán con la verdad. Que hay cosas que llegan sin avisar, sin preguntar si es buen momento o no, y nos harán ser fuertes sin quererlo y grandes sin saberlo. Y que hay que confiar en alguien, para que nos consuele los remordimientos. Y que es importante querer y sobretodo amar.

Amar y querer.



A veces y solo a veces entendemos que podemos entender lo que sucede. Que la vida y la mente están hechas para hacer el hombre, y el  corazón y el alma a la persona. A veces pero solo a veces, sabemos distinguir lo que queremos y lo que deseamos, ya que lo que queremos son meros caprichos del hombre y lo que deseamos lo anhelamos con el ímpetu entero de nuestra persona. Disociar entre lo que amamos y con lo que nos encariñamos, en qué momento empezamos a querer y en qué instante dejamos de hacerlo, es solo para mentes prodigio. Tu y yo no somos así, y eso de que dicen que tropezamos varias veces con la misma piedra lo tenemos tan asimilado que cuesta creer que no es así. Supongo que nuestro único propósito es avanzar con el tiempo, paso a paso como avanzan las manecillas de cualquier reloj, aunque a veces no quedemos sin pilas, solo necesitamos cambiarlas por unas nuevas. En ningún caso podemos retroceder aunque sea para coger impulso porque entonces seriamos contrarios a la vida y a lo que supone formar parte de ella.

domingo, 15 de junio de 2014

Las cosas grandes



Tú y yo somos tan simples que disfrutaremos de los complementos de las cosas grandes. Porque al fin y al cabo las cosas grandes no significan nada si no hay quién o qué las complemente. Y las palabras más poderosas y los verbos más deseados de esta vida no son nada sin ellos. Porque la palabra amistad es tan amplia que intentará abarcar tantos dedos como pueda para los necios, y quedará escueta cuando se defina en todo su significado cuando alguien la reclame. El verbo amar no es pleno si no lo complementa otra alma que ame igual; y reír, que puede ser sólo, pero que se prolonga en varias caras que lo hacen al mismo tiempo; y unos ojos que pidan perdón no son nada sin otros que los miren con clemencia.
No estamos hechos para ser o existir en la piel de la soledad, y ya no digo con semejantes, sino con trocitos de vida, con el aire, con las ansias, con los retos, con destinos, con la verdad; cualquier cosa que suponga completar todo lo bueno que por si sólo no sería nada.
Construimos todas esas cosas grandes, a la perfección, siguiendo el camino correcto pero no nos paramos a pensar que los pedacitos que los rodean son los que nos ayudan a ser más humanos que personas.

lunes, 2 de junio de 2014

Adiós Juanca, adiós



Bueno Juanca, hasta aquí llegaste. Contigo no va eso de irse en lo más alto, es más, un par de años más y la abdicación nos la haces desde el más allá. No me extraña que te vayas, entre la corrupción, los escándalos de tus hijos, las bodas, bautizos y comuniones sufragadas con nuestro dinero, por no hablar de vuestras adoradas vacaciones, esos safaris (los elefantes ahora mismo están de fiesta), operaciones y operaciones en clínicas privadas, alegando que era para una mayor “comodidad y seguridad”, y mira que te entiendo porque la sanidad pública con tanto recorte… En fin, que has dedicado una vida entera a intentar ocultar todo lo “malo” que se hacía por Zarzuela, pero ni por esas; aunque bueno, conoceremos sólo la mitad de la mitad.  Y es que 40 años dan para mucho, y sé que eso de ser la joya de la corona es algo muy jugoso, ya no sólo por el cargo sino por bañarte en nuestro dinero, pero si tengo que elegir entre que la cara de tu hijo sea la nueva representación de España o no, no te ofendas, pero prefiero que no. Demasiado hemos aguantado ya contigo chavalín, aunque claro está que eso de “elegir” es un privilegio y de los grandes. Sólo espero que no te lo pongamos tan fácil como te ha sido hasta ahora todo. La monarquía está muy rancia ya Juanito, y manteneros otros cuarenta o cincuenta años más ahí, inaugurando estatuas, haciéndoos fotos con sonrisas de plástico y mandando mensajes eufemísticos en Navidad nos sale demasiado caro y a vosotros demasiado cómodo. Un referéndum. Que no te de miedo, si tanta fe tienes en la corona, seguro que ganáis, ¿probamos?.

lunes, 26 de mayo de 2014

Decepción

La decepción es una certeza que se desmonta, una verdad que se rompe, que se convierte en mentira. Decepción, que significa sorpresa y pena juntas, y te corta el aliento y te hace eco dentro. El peor enemigo contra el que podemos luchar, tan sigilosa,que significa la derrota de la confianza, el afecto y la lealtad.
Luzco bandera blanca ante ella.

lunes, 19 de mayo de 2014

Decir adiós

Todo lo que viene y va lo hace por algo, me gusta pensar que es un motivo para algo que se asoma. Disfruta los momentos que tienes, cuídalos y mímalos, exprímelos como se merecen, pero si se tienen que ir suelta su mano y bríndale una firme despedida, con la convicción de que tal vez no volverán pero que cuando estuvieron junto a ti, fueron tuyos o vuestros o de cada uno, que aprendiste de ellos y consuélate pensando que ellos aprendieron algo de ti.

martes, 6 de mayo de 2014

Si puedo elegir, elijo ser feliz.

Cada día, incluso antes de abrir los ojos, tenemos la posibilidad de inventar cualquier historia, no hablo de utopías futuristas, ni tampoco de conseguir ser lo que nunca hemos sido, sino de decidir si poner el pie derecho o el izquierdo primero en el suelo. Si tachar de cruel al despertador o sonreírle por un nuevo día. Si ir a trabajar o acercarnos a por un justificante. Desayunar pan integral o mermelada de fresa.
A veces se nos olvida que esto, la vida, es nuestra, que estaremos por suerte o por desgracia (yo creo que por suerte) en lo más alto y en lo más bajo que podamos imaginar. Si hoy llueve, mañana hará un sol que nos calentara el alma entera, de pies a cabeza, y entonces no tendremos de que quejarnos. Porque como muchos otros ya nos han dicho antes, la vida son ciclos, etapas, tan ligadas a nosotros que marcan inicios y finales en nuestro trocito de mundo. Tenemos la capacidad de reír cuando queramos, incluso cuando más hundidos estemos, o al menos podemos intentarlo. Podemos hacer honor a la palabra que nos define “humanos” y de mil maneras diferentes y con tantos grados de complejidad que los más altos nos darán el rango de altruistas. Y aunque algunas veces el orgullo y el recuerdo de lo malo sean necesarios, son totalmente prescindibles. Son los sentimientos los que nos definen momentáneamente como personas, y aunque aparecen sin avisar, podemos lidiar con ellos. Con esto quiero decir que no somos dueños de las circunstancias, pero sí de cómo afrontarlas. Sólo tenemos que pensar en el final. Sí, en el final. Lo único que nos dará la posibilidad entonces de despedirnos dignamente serán los recuerdos merecedores de esbozar sonrisas. Al fin y al cabo estamos aquí para ser felices, cada uno a su manera, pero todos deberíamos ofrecernos esa oportunidad, ser inconformistas y aprovechar ahora que todavía no cuesta dinero.